Allá por 1983, el boricua se hizo conocer por el tema ‘Lluvia’, un cover de la balada romántica del argentino Luis Ángel, que le catapultó en el mundo de la salsa, al punto que su música aún suena con intensidad. Ahora pretende hacer vallenato y baladas, según dijo el mismo cantante a este diario. ¿Qué lo trae nuevamente a Guayaquil? Muchas cosas. Guayaquil siempre me ha recibido tan bien, que me casé con una guayaquileña, por eso adoro esta ciudad. ¿Cómo la conoció? En un show en New Jersey, ella era fan mía. Me encontraba firmando autógrafos en el camerino y cuando pasó, yo dije: ‘¡wow!’, vi una chica muy guapa, me enamoré. Es una mujer muy sencilla, humilde como me gustan, no me atraen las chicas creídas porque me siento incómodo. Nos fuimos conociendo de a poco, me encontraba en planes de divorcio y ella me ayudó a superar ese golpe. ¿Algún tema dedicado a ella? Tengo un tema, sí, ya le puse voz, aún no lo titulo, pero es una canción muy bonita, les va a gustar. ¿Otras producciones? Escribí un vallenato y estamos haciendo el arreglo. Hice una canción para Ecuador, México, Colombia y haré un LP (composición y fusión de instrumentos). ¿Por qué de la salsa al vallenato? Porque Colombia me ha apoyado mucho. Estábamos en un vacilón (fiesta) con mis amigos colombianos, luego de un show, y de allí surgió componer vallenatos. ¿Qué siente al recordar su trayectoria? Que he dejado un buen legado musical. Escucho a la gente desde adultos y jóvenes cantar mis canciones. ¿Cuál es el valor agregado a sus melodías? Me inicié cantando salsa, pero en ese entonces era diferente, no porque yo quería, sino porque era así. Mi productor era un visionario y me decía: “Aquí, cuando estés diciendo te quiero, yo quiero que lo sientas, que te metas en las letras de tus canciones”. Tuvo razón porque veo que eso ha sido importante para un artista. ¿Qué siente en el escenario? Responsabilidad, porque uno dice “esta gente pagó por verme, quieren lo mejor”. Y uno se pone presión, pero por la responsabilidad de querer hacerlo bien. ¿Por qué esa repentina ausencia musical? Ahora he adoptado dejar un poco el escenario porque tengo que estar en Miami (EE.UU.), ciudad donde radico actualmente. Una semana descanso y la otra paso en los escenarios. Quiero brindarle más a mi familia. Tengo una nena de 3 años a quien le dedico mucho tiempo. Para mí es muy importante vivir el desarrollo de la familia. Los tres hijos que tuve con mi primer compromiso casi no los disfruté. No quiero que pase lo mismo con mis otros tres. ¿Cuál ha sido su inspiración? Había un muchachito en su época, se llamaba Héctor Lavoe, por él siempre he tenido admiración en la salsa. A mí me gustaba la música, pero no era mi pasión, yo quería estudiar periodismo para especializarme en lo deportivo, me gustaba la narración, eso tenía previsto. Pero en realidad, Dios me tenía un camino preparado, el de la música y miren ‘estoy aquí’. ¿Ha pensado radicarse en Ecuador? He pensado invertir en una villa en Guayaquil.